Gracias al uso de la Analítica Predictiva o el Machine Learning es posible que este tipo de fábricas sean capaces de aumentar la eficiencia de las operaciones, reducir los costes o los días de fabricación.

Todo el mundo hoy en día habla y conoce las infinitas ventajas que ofrece el Big Data, Business Analytics y la más reciente Analítica Avanzada, hasta el punto de que la implantación de estas prácticas ha llegado hasta las ya conocidas fábricas inteligentes o fábricas 4.0.

Todos estos macrodatos y muchos otros más son los que, bien gestionados, permiten a las compañías adecuar su producción industrial al stock y la demanda esperada de cada producto, con una planificación de estrategias más detalladas que den respuestas inmediatas a situaciones reales.

Vayamos más allá...

Sin embargo, el análisis de datos en las fábricas no se queda sólo aquí, sino que va más allá y llega hasta usarse para predecir cuándo las máquinas necesitan una revisión, lo que comúnmente se conoce como mantenimiento predictivo y preventivo. 

Estas medidas cautelares sirven para anticiparse a posibles contratiempos que pueden generar un retraso en la producción, en la entrega del cliente e incluso evitar las temibles paradas en la línea y las pérdidas que algo así acarrea. Y por supuesto, no olvidemos mencionar el ahorro de costes que supone en cuanto a reparaciones, se estima que entre un 10 y 20%.

Gracias al uso de la Analítica Predictiva o el Machine Learning es posible que este tipo de fábricas del ya no futuro, sino más bien presente, sean capaces de aumentar la eficiencia de las operaciones, bajar los costes derivados de la no calidad, predecir con más exactitud la demanda, reducir los días de fabricación y mejorar la satisfacción del cliente, entre otras.

Ayudados por softwares específicos y otras herramientas, los analistas extraen, seleccionan, procesan, analizan y organizan los datos para establecer patrones, tendencias, asociaciones, seguimientos que ayuden a tomar las mejores decisiones en todo momento, en cuanto a horarios de producción, mantenimiento, procesos, gestión de inventarios, entre otros.

En definitiva, las empresas 4.0 incrementan su productividad, mejoran su eficiencia energética, optimizan el uso de los recursos y, por ende, elevan su rentabilidad y son más sostenibles.